Entrevista a…

Íñigo Pirfano

Director de Orquesta, Escritor y Speaker

1) Según tu opinión, ¿qué valores son los que cambian una sociedad?
Una sociedad no cambia. Lo que cambian son las personas; o, mejor dicho, cada persona. En un mundo como el actual, en el que un desarrollo tecnológico sin precedentes ha facilitado enormemente la comunicación, se da la paradoja de que nunca las personas se han sentido tan solas. El mundo está enfermo de narcisismo. Necesitamos recuperar valores como la generosidad, la integridad, la valentía, el compromiso, la ejemplaridad, etc. si queremos que las cosas cambien; si queremos entregar a las futuras generaciones un mundo en el que puedan llevar una vida más plena y feliz. Si cambian las personas cambiará la sociedad.

2) ¿Cómo puede influir la mujer en su entorno y cuáles son los valores que debe potenciar?
La mujer aporta al mundo una serie de valores, que no son exclusivos pero sí propios de ella –como la intuición, la delicadeza, la ternura- sin los cuales no es concebible el progreso de una sociedad, de una familia, de una persona.

3) ¿Cuáles son las funciones que debería asumir la mujer para ser líder en el siglo XXI? ¿Qué papel juega la familia?
Para mí el liderazgo –cualquier forma de liderazgo, también el que ha de ejercer la mujer del siglo XXI- se ha de apoyar necesariamente en tres pilares: una propuesta atractiva que se abra camino pacíficamente; una ejemplaridad que arrastre; y un espíritu de servicio que sea capaz de hacerse cargo de las situaciones porque conoce en profundidad a las personas. Evidentemente, la familia es la gran escuela para desarrollar estas tres competencias.

4) En tu libro «Ebrietas» has escrito: «El arte es una vocación …el verdadero artista siente la responsabilidad de poner su fuerza creadora al servicio de los demás… ¿Cómo explicarías en los demás ámbitos de la vida esta misión de servicio?
Cuando una persona realiza su trabajo –sea el que sea- con esa vocación de servicio, con la conciencia de que ella misma crece y se realiza buscando el bien y el progreso de la sociedad, su vida queda inmediatamente penetrada de un optimismo que es fuente de gozo. Se puede decir que en eso consiste el sentido de la vida. Esa persona ha encontrado el sentido de su existencia –o, lo que es lo mismo, su “vocación”- realizando su trabajo desde esa perspectiva de servicio a los demás y a la sociedad.

5) ¿Qué lugar ocupa hoy día ese afán de belleza, búsqueda de la verdad, etc. en la era digital, en la que todo es medible, contable y predecible?
La verdad y la belleza son las grandes ausentes en un mundo en el que “los dioses han desertado” (Jean Clair). Hay una ola de feísmo que pretende anegarlo todo, insensibilizándonos para hacernos más dúctiles, más manejables, más predecibles. Los medios de comunicación, el cine, la televisión, las redes sociales, etc. buscan producir un modelo de ser humano fácilmente manipulable con fines económicos, ideológicos, etc. Por eso es importante sustituir los libros por displays, la reflexión por entretenimiento, la verdad por la opinión… Así es el mundo en el que nos ha tocado vivir.
Sin embargo, el hombre sigue teniendo una insaciable sed de plenitud, de amor, de sentido… Creo que es en la lectura, en la reflexión profunda, en la amistad sincera y franca donde el ser humano encuentra respuesta a las grandes preguntas.

6) Por último, ¿qué te has llevado del Foro Mujer Sociedad, qué te parece esta iniciativa?
El Foro Mujer Sociedad constituye un espacio ideal de reflexión y diálogo, cuando tanta gente se encuentra desprovista de criterio para afrontar los grandes retos que el mundo actual presenta. No me cansaré de alabar el trabajo de quienes hacen realidad día a día iniciativas como el Foro Mujer Sociedad, porque demuestra que es la sociedad civil –y no las instituciones- la que posee el talento y la energía para convertirse en el más poderoso agente de transformación y de cambio.