Gestión del talento

BRAVO, MÁS BRAVO, ¡BRAVÍSIMO!

Una vez más, una interpretación magistral de la mano de un virtuoso de la dirección de personas, tengan instrumentos o no.

Si, según sus palabras, liderar es persuadir, cautivar, «enamorar», está claro que este jueves 18 de noviembre consiguió «liderar» a toda la audiencia.

Así pues, el liderazgo genera una respuesta de adhesión gozosa por la que se desea formar parte de una propuesta, es más, se quiere poner todo el talento en ello.

Si la persona es un misterio en sí mismo, resulta extraordinariamente compleja la tarea de coordinarse para una labor común.

Sin embargo existen personas que «arrastran» a otras, personas con aura con las que seríamos capaces de irnos al fin del mundo. Todos tenemos grandes o pequeñas «orquestas» a nuestro alrededor a las que «enamorar» (familia, trabajo…).

Por lo tanto, ¿qué caracteriza a un buen líder?

Para «arrastrar» a los demás: autenticidad, amor al trabajo, respeto, humildad.

Entre las cualidades: preparación, don de gentes, corazón (conocimiento en profundidad del corazón humano), grandeza (pasa por el dominio de competencias tan transversales que sería imposible aprenderlas en ningún centro), seguridad.

En cuanto a la toma de decisiones: las más acertadas son las que se toman con más prudencia, sin olvidar que una situación tiene muchas soluciones.

Ha resaltado como claves del liderazgo: saber ceder liderazgo, auctoritas vs. potestas, aceptar propuestas, tomar el pulso (lo cual requiere enorme flexibilidad, preparación y grandeza interior).

Así pues, un líder es más que un jefe, es un mentor, un amigo, un padre. Y ha señalado como uno de los pilares del liderazgo el servicio. Tales líderes tienen competencias relacionadas con la inteligencia emocional trasladando optimismo al equipo mediante la autosuperación, la «no rutina», los incentivos emocionales y teniendo en cuenta que las crisis son buenas si sabemos entenderlas como ocasión de mejora.

Como colofón a una brillante ponencia sobre la gestión del talento nos regaló citas tan inspiradoras como “Lo mejor de la música se encuentra detrás de las notas”, del compositor Gustav Mahler.

Del escritor Pedro Salinas nos recitó unos versos que desembocan en la esencia del liderazgo:

«Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.»

He ahí la principal virtud del líder, poner de relieve a la persona en su más amplia dimensión.

En definitiva, un colosal «concierto sobre liderazgo» que concluyó desde el público con un rotundo «bravísimo» en forma de aplauso.