La aportación de la mujer al liderazgo en el cine contemporáneo
Reseña a un crítico maestro
Hoy se ha reanudado presencialmente el Foro Mujer-Sociedad. Ha sido una jornada de grandes encuentros y reencuentros, y en ella hemos contado con un regalo. Su nombre: Jerónimo José Martín, Presidente del Círculo de Escritores Cinematográficos.
Desde el almuerzo hemos podido disfrutar de su trato cercano y de su conversación tan interesante como amena. Y para después de comer, una ponencia de lujo.
Ya tenía captada nuestra atención, antes incluso de abrir aludiendo a su «desayuno con Charlize Theron». Ahora bien, nos ha seguido cautivando más y más con toda la información y referencias aportadas en su discurso. Era innegable la sensación de estar ante un maestro que conjuga a la perfección unos vastos conocimientos sobre el séptimo arte y una profunda visión antropológica. Como nos decía durante el almuerzo, el cine da pie para hablar sobre cualquier tema. Y como señala el título de la ponencia, hoy le ha tocado el turno a la aportación de la mujer al liderazgo en el cine contemporáneo.
No es que lo diga solo Jerónimo (me vendría bien un emoticono guiñando un ojo en señal de complicidad), es que también lo dice Charlize Theron, quien quiere que el cine deje de retratar a la mujer como un ser unidimensional. A partir de ahí, el hilo conductor de la ponencia ha ido reflejando distintas formas de representar a la mujer en el cine.
Así pues, quedarse en la dicotomía de «triunfador» vs. «perdedor», también en el caso del hombre, dista mucho de acertar a reflejar la realidad. El verdadero TRIUNFADOR es feliz, hace felices a los demás y hace mejor el mundo.
Sin embargo, el creciente individualismo en la sociedad, con un enorme componente materialista y hedonista, hace desembocar en la soledad. Y últimamente vemos como algunas grandes producciones muestran a las protagonistas como icono de soledad.
Pues bien, hay que romper el individualismo y encontrar un modelo de liderazgo moral común. Tanto en el cine como en tantos otros ámbitos. Debe buscarse la equiparación y complementariedad entre los que conformamos la sociedad y no quedarse en establecer una forzosa relación conflictual.
Entre otras muchas películas ha nombrado «Tokio Shaking», de Olivier Peyon, la cual ha calificado de «magistral». Esta película muestra a una mujer que cumple con la obligación ética de quedarse con sus empleados en los duros momentos del terremoto y tsunami de 2011 en Japón. Una mujer que no pierde el contacto con la realidad. En definitiva, un modelo de líder femenino sensacional.
También nos ha hablado de «Malinche», de Nacho Cano, un musical basado en la historia de amor entre Hernán Cortés y La Malinche, quienes tuvieron un hijo. Historia que refleja cómo el mestizaje y la fusión estuvieron muy presentes en aquellos momentos impulsando el avance en la sociedad.
Nos ha hablado de planteamientos novedosos del papel de la mujer en «Enola Holmes», del genio femenino en la negociación en «Mi gran boda griega», de la mirada femenina intuitiva y facilitadora en los momentos de la adolescencia con «Begin Again», de liderazgo en «El puente de los espías»… Traspasan la pantalla esas historias con líderes que consiguen mejorar y rescatar las virtudes de siempre, de ahí que precisamente un buen progenitor sea el mejor modelo de líder, habiendo películas que plasman relaciones materno-filiales y paterno-filiales que llegan al corazón y son siempre enriquecedoras en ambas direcciones.
Recomienda como obligatorias «El becario», donde se plasma la necesidad de la figura masculina, y la genial película «Figuras ocultas», en la que se plasma, entre otras cualidades, la fortaleza de sus tres protagonistas en la que reside su verdadero liderazgo.
«La dama de hierro», «La historia de Marie Heurtin»… Se pone de relieve el liderazgo humano que todos podemos tener, todos debemos tener el espíritu crítico para mejorar.
«Ma ma» de Julio Medem («espectacular»). «Wonder», de Stephen Chbosky. «Quién lo impide», de Jonás Trueba. «Hamilton», de Lin-Manuel Miranda, el musical de moda en Broadway con el personaje de «la Abuela».
Lo dice el curso de liderazgo de Forbes: «El liderazgo es amor».
Lo dice el Ministro vaticano de la Familia, Vincenzo Paglia: «Volver a descubrir la dimensión familiar de la vida significa ayudar a la sociedad a que sea más firme y fuerte, menos “líquida” y más solidaria»…»
Así pues, nuestro ponente apela a valores universales subrayando que hay que recuperar la dimensión familiar humana y abrazar el mestizaje, la fusión, sacando entre todos lo mejor de nosotros.
En definitiva, si como él reiteró «se la jugaba» con sus palabras ante la audiencia, hemos de decir que «se la jugó y ganó de calle». Gracias de corazón. Bueno, y una pregunta…, ¿para cuándo la próxima?